viernes, 25 de marzo de 2016

Cuando la enfermedad es un duelo...


Imagina por un momento que alguien fallece en la familia.  Por ejemplo, la madre que muere en el parto.  Esto es demasiado para el hijo que queda.  Y éste desde su AMOR CIEGO dice: "Quiero ir contigo.  Esto es demasiado para mi".  Quizás pueda mirar a su madre, verla como una mujer con un destino.  Y si la mira así, puede entonces decirle: "Querida Mamá, gracias por la vida, al gran precio que te costó.  En honor a ti haré algo bueno con mi vida, le sacaré provecho en tu memoria". Y es entonces que el hijo se conecta con la vida en lugar de la enfermedad, con el actuar en lugar de sufrir, con triunfar en lugar de morir.  Esto es el AMOR GRANDE.

Podemos decirle a aquellos que ya no están:
Lo siento.
Ahora los veo.
Ahora les doy un lugar en mi corazón.

Y si la culpa viene por el daño que he hecho...
Repararé el daño hasta donde pueda.  Les dedicaré mi trabajo y mis logros.

A todos...
Quiero que participen de lo bueno que hago en mi vida, lo hago en memoria de ustedes, pensando en ustedes.

Y entonces... con la dignidad de ver las cosas como son, la vida nos puede sonreir.

Elisabeth Tepper Kofod
Facilitadora de Procesos de Transformación
Consteladora Familiar
25 mar 16

CONSTELACIONES FAMILIARES: LA ENFERMEDAD Y LA SALUD. 02 de abril, 2016

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