Comparto con ustedes dos imágenes, que aunque inocentes en su contenido pueden darnos mucha información:
En la primera, vemos a papá y a mamá atrás...
En la segunda, están los niños.
¿Alguna diferencia? ¡Mucha! Una dinámica frecuente en las familias, cuando los hijos toman el lugar de los abuelos, cuando pretenden ser más grandes que sus padres. Cuando ocupan lugares que no les corresponde. Uno de los desórdenes que observamos con frecuencia es la de los hijos que se vuelven los padres de sus padres cuando estos envejecen, muy especialmente, pretenden tomar decisiones por ellos. Les pido a mis clientes que se imaginen que sus propios hijos deciden qué comen, qué visten, con quien andan, cuando salen o no, ¿qué sienten? ¿Qué creen que sienten nuestros padres? Es posible que nos veamos en la obligación/bendición de ayudarles cuando ellos así nos lo pidan, pero es importante tener cuidado con no faltarles el respeto, respeto a su experiencia, respeto a su rol de ser nuestros padres y no al revés, respeto a su dignidad. A veces me pregunto... aquello de la "2da infancia" de dónde salió... ¿acaso fueron unos hijos que sintieron la necesidad de ser más grandes que sus padres?
¿Que quizá pienso que yo haría las cosas diferentes a como las haría mi mamá? Seguro que sí, pero ¿quién soy yo para decirle a estas alturas de la vida como tiene que vivirla?
Por mi parte, me encantaría llegar a vieja, respetada por quien soy, con la libertad de pedir ayuda sin sentir que me tienen que criar de nuevo... ya bastante he hecho con mi vida. ¡Imagínate, hasta tuve hijos y nietos!
Recordemos el lugar que nos corresponde... Cuando nuestros hijos se pasan por grandes, toca también revisar porqué yo asumo el rol de niña/o, aclaremos las cosas con nuestros padres, para permitir que nuestros hijos sean libres de hacer SU vida y no la nuestra.
Y en cuanto a los hermanos... Escuchamos con frecuencia la queja del hijo menor que dice, "A mi hermano siempre le dan lo mejor". Ah, y la del hermano mayor que dice, "A mi hermanito le tocó la mejor etapa". Y es así. El mayor es el que tiene que pagar la novatada de papá y mamá, tiene que asumir el 'experimento' que implica una nueva familia y solo por eso, merece un lugar de honor. Mientras que el pequeño viene cuando papá y mamá ya tienen más experiencia, están más relajados, ya saben que hacer, así que se le hace más sencillo disfrutar la vida sin la carga de los mayores.
¡¡Cada quien a su lugar!!
Elisabeth Tepper Kofod
Por mi parte, me encantaría llegar a vieja, respetada por quien soy, con la libertad de pedir ayuda sin sentir que me tienen que criar de nuevo... ya bastante he hecho con mi vida. ¡Imagínate, hasta tuve hijos y nietos!
Recordemos el lugar que nos corresponde... Cuando nuestros hijos se pasan por grandes, toca también revisar porqué yo asumo el rol de niña/o, aclaremos las cosas con nuestros padres, para permitir que nuestros hijos sean libres de hacer SU vida y no la nuestra.
Y en cuanto a los hermanos... Escuchamos con frecuencia la queja del hijo menor que dice, "A mi hermano siempre le dan lo mejor". Ah, y la del hermano mayor que dice, "A mi hermanito le tocó la mejor etapa". Y es así. El mayor es el que tiene que pagar la novatada de papá y mamá, tiene que asumir el 'experimento' que implica una nueva familia y solo por eso, merece un lugar de honor. Mientras que el pequeño viene cuando papá y mamá ya tienen más experiencia, están más relajados, ya saben que hacer, así que se le hace más sencillo disfrutar la vida sin la carga de los mayores.
¡¡Cada quien a su lugar!!
Elisabeth Tepper Kofod
Para consultas y asesorías: elitepperk@gmail.com y 0424 2565855
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